Cuando abrí los ojos ya no estaba ahí. No se cómo puedo explicar algo que es y a la vez no, cómo puedo decir si soy yo, cómo saber si está bien o está mal, cómo creer en algo que no ves. Ese día me desperté, parecía ser un día normal en el que hacía cosas completamente normales como una persona normal. Todo perfecto, hasta que llegó la tarde, lo recuerdo perfectamente, estaba tomándome un café mientras me dio por mirar por la ventana. Había una señora bastante mayor asomada a su balcón viendo a la gente pasar, noté como se dio cuenta de que la estaba mirando, me miró asustada y empezó a gritar, en ese momento no sabía que estaba pasando, no había hecho nada malo, simplemente estaba mirando por la ventana, y sin darme tiempo ni siquiera a pensar vi como saltó del balcón a la carretera, se encontraba en un quinto piso, murió al instante aplastada. Empecé a gritar desesperada, quería bajar corriendo a ver qué tal se encontraba, aunque sabía perfectamente que tenía que estar muerta al caer de semejante altura. Salí llorando de la ventana, no lograba entender que había acabado de pasar, fui al baño a mojarme la cara y cuando alcé la mirada hacia el espejo, me vi. No era yo, mentalmente era yo, pero no era ni mi cuerpo ni mi cara, estaba desorientada y asustada, volví a ir a la ventana y fue entonces cuando me vi, a mí, mi cuerpo en el de una niña pequeña que vestía una larga bata blanca, justo delante de mí. Salí corriendo hacia mi habitación para llamar a mis padres y decirles que vinieran urgentemente, algo raro estaba pasando, no podía creer que me estuviera volviendo loca, para mi sorpresa no me cogieron la llamada, luego recordé que habían hecho una salida y no tendrían cobertura. Intenté calmarme y volví al baño a mojarme la cara y mirarme en el espejo, todo parecía estar bien, al parecer había sido alguna alucinación o algo muy extraño, sin querer pensar mucho en el asunto, intentado creer que nada de lo que había pasado era real me intenté dormir. Pero esa misma noche, me desperté asustada, y escuchaba una voz que me decía que fuera a la cocina, seguí sus instrucciones, y ya estando allí no sé qué pasó después solo recuerdo que tenía que coger ese cuchillo, algo me decía que tenía que hacerlo, y lo hice, me vi con las manos ensangrentadas y recuerdo esa voz que me decía hazlo, y lo hice. Han pasado ya tres años desde que morí, de pequeña siempre escuchaba que había algo más allá de la muerte, pero dudo que sea esto. Desde entonces vivo condenada a hacer lo mismo que me hicieron a mí, para poder hallar la paz. Mamá, Papá, yo no quería esto, pero tengo que hacerlo, una persona más morirá.