No sé cuánto tiempo ha transcurrido desde que llegué aquí. No sé dónde estoy, ni logro recordar absolutamente nada. Sólo sé que me enfada este nefasto olor y me agobia esta incómoda situación. Lo escucho todo, pero no puedo hablar, ni moverme, tampoco puedo controlar mis esfínteres. La cabeza me duele a reventar, pero fuera de eso, no percibo otra parte de mi cuerpo.
-¡Un momento! se detuvo el movimiento, el sonido del motor también.
-!Ahora recuerdo! viajé a México, renté un auto.
-!Maldición! las niñas ¿dónde están? ¿dónde está Luz?
Que horrenda es esa música. Nunca debí detenerme en el retén policial ¿o era militar? esa voz.
-!Es Luz!, ¡Luz! ¿qué le hacen? mis hijas ¿por qué gritan? ¿qué mierda está pasando aquí? auxilio, deténganse, ¡sólo son unas niñas!
-!Ese sonido es el de una moto sierra! tengo que salir de aquí, pero ¿en dónde estoy? Son tantas las voces, ¿disparos? -No, no, no.
Esto debe de ser una pesadilla. Es eso, estoy soñando, no estoy acostumbrado a cenar tanto, quizá fue la sopa, los hongos se veían raros. Dios, si existes, apiádate de mi, de mi familia, sólo estamos de vacaciones, prometo ya no hacer más bromas acerca de ti, ayúdame.
Es inútil, no logro moverme, tampoco creo que Dios me escuche, pero no puedo rendirme ¿por qué me cuesta tanto respirar? carajo. Los tipos del retén, sí, esos tíos tan chungos, "joder". Ellos son los que están haciendo esto, ellos le dispararon a los de la otra furgoneta. Tengo que lograr salir de aquí, moverme ya. Dios, Satanás llévame a mi, pero no dejes que les suceda nada a ellas.
- Pancho abre la caja de la camioneta, quítale la tapa, rápido.
- Ahí está patrón, ese es el español que venía con las güeritas que acabamos de jodernos.
- Será lo que queda de él ¿así querías pedir rescate? Le falta la mitad del cuerpo, le aplastaron la cabeza. Ya está bien muerto, te pasaste. Quémalo.
-No, yo no estoy muerto, estoy vivo y necesito ver a Luz, a mis pequeñas, déjenme salir de aquí.
- Sabe algo patrón, sentí feo matar a esta gente.
- No digas estupideces Pancho, qué no ves que me ablandas a los otros, además si sientes feo tardan más en morirse. Al rato te vas al bar de la Zoyla a desahogarte, le llegaron viejas nuevas.
- Muchachos a darle, echen ese cuerpo a la fosa y prendan fuego, que arda bonito, ¡vamos!
-¡Yo estoy vivo, no muerto! tengo que ver a mis niñas, a Luz. Estoy atrapado, ¿qué pasa? Ahora entiendo. Dios, si tú eres real, yo estoy en el infierno.