A las afueras de la gran ciudad vive Tomás un hombre de 30 años, se podría decir que su vida es normal, pero no es así lleva dos semanas sin dormir, tiene miedo de hacerlo porque cuando lo hace aparece Calixto, un monstruo humanoide deforme con tres cabezas que le hace revivir sus más profundos temores y amenaza con decirle a todos cosas íntimas de él, por esta razón Tomás toma café todas las noches y trata de quedarse en vela viendo documentales militares tratando de buscarle solución a este gran problema que lo agobia, él buscó en el directorio un psiquiatra llamado Pedro Amórtegui, que era experto en trastornos del sueño, apuntó la dirección y tomó rumbo a su consultorio, al llegar el doctor Amórtegui lo recibió de buena manera, Tomás le comentó toda su terrible situación, el veterano psiquiatra diseñó un plan poco ortodoxo para ser un psiquiatra con años de experiencia, pero quizás este plan ayudaría al angustiado hombre, el plan era el siguiente tenía que tomar una dosis pequeña de somníferos y quedar entre despierto y dormido, tratar de lidiar con Calixto, al principio fue muy difícil, el aspecto de Calixto era muy escalofriante y su voz aún más, pero en su subconsciente Tomás fue valiente y no se despertó del todo, siguió con la presencia del desagradable monstruo, cada vez este se acercaba más y susurraba terribles amenazas, pero esto no afectaba para nada a Tomás, él solo quería acabar con esto y con una sola frase su meta se cumpliría, le dijo a la terrible bestia que ya no le importaba lo que él hiciera o dijera, que simplemente era un pesadilla más creada por su mente y por lo tanto desaparecería, Calixto el gran monstruo comenzó a derretirse y con esto Tomás fue relajándose poco a poco hasta quedar completamente dormido, soñó con un bonito amanecer y al despertar se dio cuenta que aquel monstruo de sus pesadillas había quedado aniquilado gracias a su valentía, aprendió a lidiar con sus miedos y darse cuenta que es normal tenerlos, desde allí Tomás pasó la página y su vida continuó en normalidad.