Esto es una Taberna y abrió sus puertas en 1939, la dejamos en perfecto estado de uso, funcionando con toda su clientela. Vecinos del barrio de toda la vida, que juegan la partida y también mucha juventud de la universidad los fines de semana. También hay taxistas, los barrenderos, los del sindicato de enfrente y los del partido político de la vuelta de la esquina. Dejamos una cocina de hierro que usa carbón, con el tiro de chimenea recién limpiado y va de fábula. Se quedan con dos buenas neveras, una aparador y otra botellero.
La caja registradora, la vajilla y la cristalería, están en el lote como es natural. Así como la mercancía que queda abajo, en la cueva. Los quesos, las conservas y chacinas, el vino embotellado y los licores. Si la necesitan, pueden utilizar la caja fuerte del sótano, pero tengo que buscar la combinación, ya ni me acuerdo de los números. Hay unas cubas de vino de las de barro cocido, de al menos cuarenta arrobas cada una. En ellas se deposita el vino de la casa que nos traen de Valdepeñas. Tienen que limpiarlas de vez en cuando pero con mucha precaución, pues a veces desprenden gases muy peligrosos. Hay que ventilar bien la cueva y vigilar que los bichos no hagan agujeros en las paredes, pues si no hay cuidado se lo zampan todo. Además la vieja gata, ya no caza nada y está demasiado gorda de las sobras de la clientela. En el pasillo que va a la cocina y los aseos, a veces se va la luz. A lo mejor tienen que hacer algún arreglo, pero lo demás funciona de miedo. También les dejamos la cama de la habitación del fondo. Siempre hemos vivido aquí en la Taberna. Esta ha sido nuestra vida, casi desde que nos casamos, mi señora y un servidor. Nos pusimos en marcha y hasta la fecha. La verdad, nos da mucha pena dejarlo... Pero ustedes lo sacarán adelante. Son jóvenes y el negocio está hecho. Es una buena zona y el alquiler razonable. Nosotros vamos a estar siempre por aquí. Solo tienen que hacer lo que siempre se ha hecho, ya lo saben, muchas horas, atender bien al público y buenas viandas de la matanza. Esto no falla. Eso si, acuérdense de ventilar bien la cueva, cuando limpien los conos de vino. No les pase como a nosotros, que tuvimos un percance de esos que no se olvidan... Bueno pues si están de acuerdo, a ponerse en marcha. Pueden firmarlo todo con mi sobrina. Es nuestra heredera y la que lleva todas las cuentas desde que faltamos... Pero oigan que les pasa, que pálidos se han puesto. Ay que joderse, se fue otra vez la puñetera luz. Que hacen, donde van tan corriendo! Si el trato es muy bueno. Será posible esta gente de hoy en día, se asustan de cualquier cosa. Mujer, a mi me parece, que lo que más miedo les da es trabajar .