Un día mis padres decidieron mudarse porque ya estaban hartos de la vecindad dónde estábamos y querían salir cuanto antes de allí, yo en particular no quería irme porque estaba agusto aquí, pero mis padres eso no entendían. Empacamos las maletas y nos metimos al coche y emprendimos el rumbo hacia la nueva casa, que por cierto, no quedaba tan lejos de donde vivíamos, llegamos a la casa nueva, era bastante grande, más tarde que la otra. A mí no me importaba, total quería volver a mi antiguo hogar, allí donde me crié, hablé con mis padres para ver si había alguna posibilidad de volver, pero me dijeron que no.
Llegó la tarde y estaba tan aburrido que salí a dar una vuelta, para conocer el barrio, mi madre como siempre me decía: " Hijo, no tardes mucho, que las calles son peligrosas". No le hice caso y ya se hizo la noche, me encontraba tan solo, mis padres nunca estaban en casa, y en mi vida había tenido novia; siempre pensaba en la chica de mis sueños, al volver a casa, cambiaba con la cabeza agachada sin mirar al frente, cabizbajo, pero algo me hizo levantar la mirada y cuando la levanté, había algo como resplandeciente que no sabría describir porque estaba tan lejos de esa luz. Al acercarme más y más podía ver con claridad lo que aquello era, era el espíritu de una joven, una joven muy guapa, eso le perturbó y volví corriendo a mi casa.
Me encerré en mi habitación, no sabía qué hacer, tenía tanto miedo por lo que había visto, en la madrugada me levanté, y al darme la vuelta allí estaba aquel espíritu de esa joven que había visto en la calle anteriormente.
Quise gritar pero no pude, ella me dijo que no me preocupara porque ella había venido a por mí, que ella era la chica de mis sueños; yo no entendía nada, pero en mi corazón sentía que algo de eso era verdad, pero fui cobarde y me dije a mi mismo que eso no están pasando y que era un sueño. Pedí a ese espíritu que se marchara y me dejara en paz.
Al día siguiente, en todo el día pensaba lo mismo, me preguntaba a mí mismo: " Y si era cierto lo que me decía? Qué ella era la chica de mis sueños y yo la dejé marchar?" Mi madre estaba preocupada por mí porque estaba pálido, pero no le quería contar lo que estaba sucediendo.
Volvió a llegar la noche, ya no aguantaba mi vida en general, a mis padres, el estar solo siempre, ya no quería. Entonces tomé la decisión, fui a la habitación de mis padres, ellos estaban durmiendo, fui al cajón de mi padre porque allí guardaba su pistola, lo agarré y volví a mí habitación.
Estaba sudando, me temblaban las manos, lo apunté hacia mi cabeza y di el disparo. Y allí estaba, el espíritu de la misma joven, la chica de mis sueños, por fin estaba con ella.