Hay algo en mi ojo,o mejor dicho alguien. Una figura que solo yo veo y que me aterroriza. Empezó el jueves, Natalia, mi hija se graduó y fuimos a celebrarlo a Lamucca. La velada estaba resultando agradable hasta que me levanté a recitar un discurso de mamá orgullosa y de sopetón perdí la visión
del ojo izquierdo. Fui al Hospital y me dijeron que era ceguera transitoria debida al estrés y que con gotas mejoraría. Al poco el ojo empezó a recuperarse, podía ver una mancha clara en medio de la oscuridad, poco me imaginaba yo que esa mancha,más que ser esperanzadora iba a ser mi pesadilla. Mi hija me invitó al cine para distraerme. No se qué haría sin ella,es mi ojito derecho y la luz de mi vida. Ya en el cine, algo iba mal. Lo del ojo parecía aclararse, moverse, y coger forma. Después la oscuridad de mi ceguera parecía un tenebroso y largo pasillo y al fondo en vez de la mancha,se veía una figura, una figura humana, delgada y desgarbada. Aún así intentaba estar por la película, mi ojo derecho y mi cerebro intentaban omitir ese terrorífico hecho, pero la figura se acercaba rápidamente. Mi garganta se cerraba, mi pecho me oprimía y de repente llegó y le vi la cara. No tenía facciones, solo las cuencas de los ojos y una masa de carne abrasada donde debían estar la nariz y la boca,el resto del esquelético cuerpo estaba horriblemente quemado. Iba a
gritar en medio de la sala cuando de repente sonó mi teléfono. Durante los segundos en los que sonó el timbre, la figura pareció desaparecer,fue un alivio corto porque al ver el número que me llamaba volví a angustiarme. Le dije a Natalia que iba a salir para contestar que era mi médico,la mentí. Quien me llamaba era Antonio, un hombre que hacía veinte años que no veía, estuvimos juntos, antes de conocer al padre de Natalia. Dude en responder pero al final trague saliva y lo hice:
-¿Diga?
-Soy Antonio, se que tienes mi teléfono..
-¿Qué coño quieres?
-Es Jessica, nuestra hija
-Ya le he dicho que no puedo enviarle más dinero, y que ni se le ocurra venir a mi casa
-No te preocupes que ya no te molestará más…
-¿Por qué?
- La han encontrado muerta esta mañana, murió la pasada noche
- ¿Qué coño estás diciendo?
- Ya no tendrás que ocultar que tienes otra hija
-¿Qué coño dices?, ¡Esta broma no tiene puta gracia!
-Se suicidó, se tiro gasolina encima y quemó.
Al escuchar eso, colgué.
De repente entendí quien era el ser de mi ojo,era Jessica. La dimos en adopción a un Orfanato, eramos jóvenes, no podíamos cuidarla. Se paso la niñez ahí y después le fue mal, muy mal. Me avergüenzo de ello pero Natalia y mi marido no deben saberlo, No, Jessica no debe salir de mi ojo, así que se quedará ahí para siempre, o si no, me lo arrancaré.