Reconozco que aquella noche no era como las demás, ahora lo sé...
Hacer una cita a ciegas un viernes 13, quizás no fue la mejor idea.
Quedamos en uno de los mejores restaurantes de la ciudad “La mucca”.
Siempre suelo llegar el primero a mis citas, ya sean de placer o de trabajo, pero ese día, ella llegó antes que yo.
La vi en la entrada del restaurante. Dios era preciosa. Ni siquiera sé bien cómo describirla para no quedarme corto.
El corazón se me aceleró, ¿cómo una chica así iba a fijarse en un tipo como yo?
Temía que en cuanto me viera anulara la cita...
Pero lejos de eso lo que hizo fue dedicarme su increíble sonrisa
Se presentó.
- Hola me llamo Sheyla, espero no haberte decepcionado...
- Pa, pa, para nada - dije tartamudeando.
Pasamos a cenar. Fliparia con el sitio elegido.
Pero yo enseguida me puse a pensar, ¿un pibon conmigo? En un lugar increíble... ¿conmigo?
- Aquí pasa algo - me dije para mí mismo.
Todo era tan extraño... teníamos una conversación. Pero juro que no sé de qué hablamos.
Al poco rato fui al baño para observar bien todo, entonces lo vi...Ella me estaba echando algo en mi bebida.
De repente todo encajaba.. yo solo era una víctima. A saber a cuantos mas habrá drogado y con qué fin.
Tenía que tener cuidado, actuar sin que se diera cuenta...
Y decidí distraerla y cambiar nuestras copas
Ella hablaba y hablaba y bebía de su copa sin parecer afectarle demasiado su propia droga
Así que decidí ir al grano
¿Qué me has echado en la bebida? ¿Acaso crees que no me he dado cuenta? - Ella me miró súper extrañada.
- Te encuentras bien? - me dijo.
De pronto su preciosa cara empezó a cambiar por algo mucho más demoníaco. Todo se tornó oscuro, la gente de nuestro alrededor desapareció sin más y mi silla cobró vida .. me abrazo con tal fuerza que no podía apenas moverme . Tan solo podía agitar los brazos ... y eso hacía los agitaba y gritaba pidiendo ayuda ... entonces ella se acercó hasta mi, sacó su lengua y me lamió la cara. No sé de donde saque fuerzas, pero, agarré el cuchillo y empecé a apuñalarla en los ojos, por toda la cara..
Cuando dejo de chillar y de moverse fue cuando volvieron a aparecer todos los clientes.
Cuando vi toda aquella sangre y escuché gritar a toda esa gente me di cuenta de que había acabado con aquel demonio.
- Así es como ocurrió señor comisario se lo juro.
- ¿Habéis identificado a la chica? - Preguntó el comisario
- Así es señor... se trata de la bautizada como la viuda negra... se dedicaba a flirtear con hombres de dinero luego los exprimía y después los mataba.
Una demente asesina en serie.
- Que ironía - dijo el comisario- ése se acaba de salvar por estar loco.