El hombre se despertó con sensación de angustia y totalmente desorientado. Yacía boca arriba en la más completa oscuridad. Casi no podía moverse, notaba su aliento rebotar contra las paredes de un espacio que, a duras penas, le dejaba rotar sobre su eje, pero siempre en posición horizontal.
Palpó con las yemas de los dedos la superficie a su alrededor, parecía madera por la rugosidad y el sonido de sus uñas contra ella, lo reconfirmó cuando golpeó suavemente con los nudillos. El espacio era muy estrecho. Su primer instinto fue poner las palmas contra el techo y empujar, la madera crujía, pero no parecía ceder. Volvió a explorar con las manos el habitáculo: empezó por la parte de arriba y parecía que se ensanchaba a los lados en la parte de los brazos, para después estrecharse a partir de las caderas hasta llegar a los pies. ¿Dónde estaba? Y, ¿por qué estaba atrapado? Los dedos resiguieron lo que parecía el techo y encontraron algo punzante en algunos sitios, clavos. Cuando reconoció el lugar empezó a hiperventilar, la cabeza estaba a punto de estallarle, ¡un ataúd! De nuevo intentó levantar la tapa con todas sus fuerzas, pero sin éxito. Las ideas empezaron a destellar fugaces en la línea de sus recuerdos, tratando de huir de su mente como él de aquella caja. Recordaba estar sentado en el jardín y notar de repente un dolor fortísimo en la cabeza. Acto seguido se vio tendido en el suelo, sin poder moverse mientras una voz de mujer le susurraba al oído que se dejase ir.
Quisiera haber fallecido de verdad entonces. Ahora yacía con alma, pero muriendo en lenta agonía. Giró la cabeza hacia la derecha y creyó oír un leve silbido, acercó la oreja y sintió cómo un hilo de aire iba entrando. Esa era la razón de que hubiera recuperado la consciencia. Gritó hasta la extenuación en un intento vano de que alguien le oyese, aferrándose como a un clavo ardiendo a una última esperanza de vida. En la superficie, la luna llena iluminaba las tumbas y la única reverberación que se oía por el cementerio era el tranquilo sonido de los grillos.