Si hubieran sabido de la existencia del no muerto su destino de vacaciones habría sido otro.
Si lo hubieran sabido su hijo seguiría vivo.
Todo apuntaba que sería un viaje maravilloso para la familia por El Tadrat en el desierto de Argelia, amantes de los viajes fuera de destinos clásicos llevaban esperando este mucho tiempo. El primer día disfrutaron de las espectaculares formaciones rocosas y todo transcurrió como lo habían planeado. Durante el segundo día todo cambio...
Los rebaños de ovejas son comunes en aquel país, por eso cuando el grupo de turistas se cruzaron con uno lo vieron normal, como también vieron normal que Javier, su hijo de 10 años se pusiera a jugar con un corderito de los muchos que había en aquel rebaño. Pero el encantador corderito no volvió con su madre y nadie del grupo se percató de que los seguia.
Al llegar la noche las luces en las tiendas del campamento se apagaron. Todos dormian, o eso parecía. Sus padres no se dieron cuenta de que Javier estaba fuera de la tienda escuchando lo que el cordero parecía decirle susurrando.
Los dos días siguientes fueron extraños, el niño se comportaba de una manera inusual en el, se quedaba rezagado y estuvo a punto de perderse varias veces, parecia como si se quisiera perder en el desierto. Por la noche su padre despertó y vio que Javier no estaba en la tienda, asustado salio al exterior y allí estaba, jugando con aquel cordero de días atrás, pero ahora el animal ya no parecia el mismo . Ya no era tan blanco ni parecia tan inofensivo, sus ojos daban miedo. Era siniestro.
¿Y porqué daba la sensación de que el niño y el hablaban? Ordenó a su hijo que entrara en la tienda.
Al día siguiente hablaría con el guia para que hiciera algo.
Por la mañana no se veía al animal por ninguna parte, decidió olvidarse del tema y disfrutar de su último día de viaje antes de volver a España. Pero nadie en la familia disfrutó. Javier al enterarse que se tenían que ir estaba insoportable, algo inusual en él, y además esa palidez que tenía ultimamente...
Ya por la noche. La última noche y agotados de todo el día los padres de Javier dormían profundamente. Una vez más no se dieron cuenta de que el niño volvía a estar fuera de la tienda, hasta que un sonido horrible que no podía ser de este mundo los despertó. Cuando salieron solo vieron lo que quedaba de su hijo, unos pocos jirones de ropa y piel ensangrentada.
Alejándose en la oscuridad de la noche había un ser completamente negro, con horribles dientes
manchados de sangre.
Nadie les advirtió de que el Ghoul no solo es una leyenda.