Empezaba un nuevo curso en la universidad, era la primera vez que vivía lejos de casa, vivía con unos compañeros de piso que me hicieron sentir como en casa. Todo iba bien, me adapte súper rápido, pasaron los días, hasta que una noche, en nuestro piso oímos ruidos procedentes de la cocina. Eran unos golpes detrás de la nevera y unos susurros muy inquietantes. No había explicación para esos sonidos. No le dimos mucha importancia, ya que a los minutos dejo de sonar. Al día siguiente, Danna y yo nos preparábamos para ir a clase, cuando de pronto, los golpes volvían a sonar, se nos hacía tarde así que decidimos irnos a clase. Al volver de clase, Carlos seguía durmiendo, ya que estaba malo y no fue a clase. Le despertamos y él nos preguntó que qué tanto hacíamos en la cocina que no parábamos de dar golpes, a lo que nosotras respondimos que estábamos en clase. Carlos medio dormido se despertó de un brinco asustado y dijo; "no puede ser, si yo oía vuestras voces". Decidimos ver lo que había detrás de la nevera. Al quitar la nevera, vimos que había un ascensor, y un mal olor que parecía a podrido. Ese ascensor no se abría, así que probamos abrirlo con herramientas. Al abrirlo, nos encontramos con un cuerpo en estado de descomposición, rápidamente llamamos a la policía. Al parecer, ese cuerpo pertenecía a una estudiante de la universidad que había desaparecido. Al investigar, todos los indicios llevaban a que la dueña del piso la mato por no pagar el alquiler y escondió el cadáver allí. Lo que todavía no nos explicamos son los ruidos procedentes del ascensor, y como había un ascensor con pisos y donde llevaba ese ascensor, si habían 6 pisos pero en realidad el portal tenía 3 y no tenía ascensor.