“El poder, en suma, se ejerce más que se posee”. –Michel Foucault
Recordad cuando os hacéis una herida en un dedo y se os levanta la piel. ¿No
es maravillosamente placentero y adictivo tocar esa piel según se va
endureciendo? Ahora, multiplicad esa sensación por varios miles y os
acercaréis a lo que significa, con mis manos más entrenadas y precisas que
las del mejor cirujano, acariciar y dar las últimas puntadas a los abrigos y
prendas de mi última colección.
Es bueno tener a un gran mecenas como el señor Mayer. Él cree en mi arte y
es por eso que mañana tendrá el honor de admirar alguna de mis nuevas
creaciones. Desgraciadamente, sabiendo como sabe que me gusta tener todo
bajo control; aún no entiendo porque suele venir con sus seis mugrientos
perros, que no dejan de ladrar y lloriquear lastimosamente durante toda la
ceremonia. Juro que cualquier día de estos, los voy a matar a todos a
dentelladas.
Así que siendo ésta mi última colección de alta costura realizada en
Londres, antes de mudarme a España, he intentado superarme. No puede
apartarse la mirada ante la grandiosidad y excelencia de las técnicas
manuales empleadas; los diferentes colores naturales y texturas; la
originalidad de los diseños, y para ello he tenido que elegir de manera muy
concienzuda la materia prima y su tratamiento. Por supuesto, el señor
Mayer sabrá apreciar también el material audiovisual que refleja
parcialmente todo el proceso creativo y muestra mi perfecta ejecución y
genialidad. Sé que suele excitarse y mojar su ropa interior mientras lo
visualiza.
Como también ha quedado registrado en video, por primera vez he utilizado
los tintes naturales de origen animal más exclusivos y sorprendentes en
algunas prendas como los antifaces, que el señor Mayer suele comprarme y
los utiliza en las fiestas que da en alguna de sus mansiones.
Pero sin lugar a dudas, la prenda estrella de esta colección son los guantes
confeccionados con la piel del exmarido del señor Mayer. Estoy seguro que se
conmoverá ante tanta belleza.