Stavros subió la cuesta que llevaba a la casa de su ex mujer con una botella de
vino tinto en la mano. La invitación le había sorprendido pero aún más que
Patricia pretendiera zanjar el asunto, obviamente ya no le quedaban recursos
para seguir peleando. Miró el edificio de diseño con una mueca de disgusto al
recordar que antes había sido suyo.
Patricia lo recibió en la puerta, estaba de muy buen humor aunque aún
quedaba una sutil hostilidad en sus gestos. Le había sorprendido que él
aceptara la invitación pero, después de pensarlo mucho, era la única manera
que había encontrado de librarse de aquella pesadilla. El divorcio estaba
siendo un proceso largo y pesado que se había enquistado en su vida. Le
resultaba imposible hacer que su ex marido cediera de manera oficial en
determinados aspectos así que pensó en solucionarlo ella misma.
La mesa del salón estaba decorada con dos pequeños ramos de flores frescas
y un mantel de hilo que aportaba cierta calidez a las líneas rectas y los colores
fríos de la estancia. Durante la cena, entre Stavros y Patricia de vez en cuando
se instalaba un silencio extraño, casi culpable. Ambos se esforzaban por
mantener una conversación normal, vadeando los estragos del divorcio y
tapándose las cicatrices con una recién estrenada cordialidad.
La cena transcurría tranquilamente. Patricia preparó sus famosos tagliatelle al
funghi, con doble ración de queso parmesano para su invitado. Stavros sintió
cómo clavaba sus ojos en él disimulando mal una sonrisa crispada mientras
bebía del carísimo vino que le había llevado. Él también sonrió, había preferido
servirse un vino rosado para la ocasión.
Los dos se miraron e hicieron un leve brindis, un gesto que se desvaneció en el
aire dejándoles una extraña sensación en el cuerpo. Antes de beber de sus
copas se miraron a los ojos, entre los destellos del cristal y bajo la tenue luz de
la lámpara se atisbaba el brillo maligno de sus pupilas. Una cena perfecta. Un
sentimiento de victoria se apoderó de cada uno al dar por vencida una batalla
que acabaría pronto.