Noté algo raro en el altavoz, es como si hubiera interferencias. Malditos teléfonos. Pedaleé cada vez más deprisa, ya que parecía que se está levantando niebla. Pasé el habitual puente bajo una espesa neblina. Maps me indicaba seguir hacia delante, pero no podía avanzar, no veía casi nada. Bajé de la bici y conseguí superar el puente. No reconocía lo que veía, aquellas casas no me sonaban. Parecía una aldea abandonada. ¿Dónde léches me había metido google? Al final del camino distinguí unas siluetas aproximándose. A cierto punto se quedaron quietas y sentí que me miraban fijamente. Empecé a hacer fotos, aquello era cuanto menos escalofriante e increíble. Revisando las imagenes, observé mejor los detalles, parecían sombras… no tenían pies. ¡Imposible! Retrocedí en la galeria. El móvil se me cayó al suelo, estaba aterrorizada. Esas sombras semi-humanas estaban presentes en todas las fotos que tenía al parecer desde el “Cimitero” el muelle. Volví a mirar en su dirección. No estaban. Dí media vuelta para salir de ahí pero algo me retuvo. Unos largos brazos semi-transparentes agarraban fuertemente todas mis extremidades. De repente todo se reveló ante mis ojos: Eran ellos, no tenían cara, pero les reconocí. Ahora comprendía todo. Habían estado viviendo todo este tiempo conmigo,todo era una ilusión, podían tomar formas, cambiar su aspecto y de todo alrededor. Habían matado a todos los huéspedes del hotel, eran su sustento! Ahora que yo prentendía desvelarlo… me habían atraído a su trampa, nada a mi alrededor existía, los habitantes incluso eran huéspedes muertos, la ciudad, los pueblos y el hostal, abandonados.