Pedro se acercó a la ventana atraído por el singular atardecer pero el
reflejo de las moradas sabanas de seda, que espectadoras de la penumbra
desnuda parecían resbalar sobre su piel, lo devolvió a la realidad.
Todavía se preguntaba como un tipo como él, 35 años, soltero y sin que
nadie lo echara de menos había suscitado el interés de la vicepresidenta y
directora de ventas.
24 meses antes
Los diarios y revistas especializadas se hicieron eco de la noticia:
Las 45t toneladas de roble y sus 18m de altura albergando 360.000 l, la
coronan como la barrica más grande del mundo por delante de la francesa.
La foto en bikini de Helen Martínez, recientemente ascendida a Directora,
dominaba la atención del lector.
Ni siquiera los viticultores de la región entendían la procedencia del
bouquet y color de este caldo, achacándolo al tamaño de la barrica.
Corrían algunos bulos, como que el padre de Helen profesor de Química
en la Universidad Rey Don Juan Carlos de Madrid y gran amante de los
caldos madrileños, le había trasmitido un secreto investigado por él
durante años.
Había quien recordaba al profesor con cariño comentando entre amigos su
muerte trágica y aún sin esclarecer, apuñalado salvajemente por un
vendedor ambulante en un intento de robo en su propia casa.
_ Vaya, exclamó Richard con sorpresa
_ y vertical, le susurró Helen, la han llenado esta mañana.
_ Bueno, dijo él, espero no me tengas rencor por apropiarme de tú
fórmula, pero ya sabes que este mundo es de hombres, le espetó con una
sonrisa.
_ Claro, no te preocupes, qué tal si nos bañamos dentro?
_Por qué no?, Helen sacó el móvil y la gran tapa de acero se abrió, se
desnudaron y entraron dentro de la barrica.
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_ Vaya es agradable, dijo él rozando sus pechos, _Dios mío he olvidado la
protección_ dijo Helen, saliendo de la barrica.
Richard se sumergió, pero se sobresaltó al notar un cosquilleo en la pierna
derecha, era una mano, intentó salir de la barrica pero Helen
se ocupó de cerrar la gran tapa hermética 800kg. Él se cogió a la escalera
interior para no ahogarse.
_ No te preocupes cuando esté totalmente cerrada solo tendrás 10 minutos
de oxígeno. Adiós cabrón escuchó antes de hacerse la total oscuridad.
Pedro se acercó al mueble bar y se armó un brandy. Menuda estúpida se
dijo. Había madurado una idea para arrebatar a Helen la vicepresidencia. Y
para colmo quiere hacer el amor dentro del tanque, hay que ser tonta se
dijo.
Bueno – pensó sonriendo para sí mismo - mañana lo hacemos y pasado la
echo a la calle en la Junta de Accionistas.