La misma estructura
La arruga no ha cambiado de lugar en esta ocasión, ¿curioso no? Recolectaste todas las
pruebas suficientes para demostrar que no estás perdiendo la cabeza, que el reflejo en el
espejo no podría mentir. Y te equivocas una vez más, no puedes ganar en un juego que no
te pertenece, ya te lo he dicho muchas veces, deja de hacerlo interesante para mí y todo
acabará.
Pero no, estás empecinado en derrotarme, en entender de qué va todo esto. Mira tus ojos en
el reflejo del espejo, ese color negro tan intenso fue el que me conquistó, sabía que no
podría defraudarme. Ahora parecen quebrarse como cristal, tienen rabia, tienen miedo, pero
sobre todo tienen ganas de venganza. Tu alma se refleja a través de ellos, eso es algo
romántico para unos… para mí resulta un completo peligro, no te permite ocultar tu
naturaleza.
¡Eso, rompe el espejo! Una vez más el mismo cuento. Te has lastimado tu mano, la sangre
brota de tus nudillos y yo sigo aquí. Negar mi existencia no mejorará las cosas.
¡Ja! Que pensamiento tan vago. ¿Yo un dios? No por favor, tu comprensión del mundo es
tan limitada que me ofendes; soy más que eso. Observa tu mano, la sangre ha desaparecido,
¿sorprendido? Ahora mira nuevamente el espejo, la arruga esta vez desapareció.
No busco tu desesperación así que vamos, es tiempo de tomar una café para solucionar este
conflicto que tenemos. No me malentiendas, me he divertido mucho contigo, pero necesito
avanzar, la monotonía no es mi plato preferido.
No soy tu conciencia ni tampoco un dios. Sientes mi presencia, escuchas mi voz a través de
tus huesos, pero temes decirle todo esto a los demás. Es probable que te encierren como a
muchos otros y en ese momento, todo será realmente insoportable. Yo no deseo eso para ti,
yo busco algo más sencillo.
Sí, efectivamente, deseo verte morir. Pero no seamos trágicos, no me van bien los dramas
llenos de sangre. Prefiero el sufrimiento diario, deseo robarte el brillo de tus ojos, ese que
aún cree que es posible alcanzar algo importante en esta vida.
No va a suceder. Aun estás a tiempo de renunciar y, tal vez si te acoplas a mis
instrucciones, algún día ocupar mi lugar en el universo. Esto no es sadismo, tan solo es el
orden de las cosas, las reglas ya están establecidas y yo solo las cumplo.
¿Estás listo? Perfecto, lo único que necesito es que te comportes como los demás.
Emociónate con un partido de fútbol o un nuevo teléfono móvil; llora la muerte de una
estrella del cine y critica el mundo desde tu comodidad. Ya no debes pensar más, si aceptas
las cosas así, la vida será muy buena, sino lo haces, me veré en la obligación de regresar.
¡Perfecto! Sigue así, lo está haciendo muy bien. Eres tan útil para la sociedad que ahora
sirves de ejemplo para otros. Tu alma es libre, solo no defraudes al sistema.