Me dijeron que en el Restaurante Lamucca de Prado se comía bien y decidimos ir toda la familia, lo que nadie se imaginó es lo que ocurrió después.
Fui al servicio a orinar y escuche que alguien me decía es el momento tienes que venir, salí y todo marchaba con normalidad. Volví dentro a lavarme las manos y escuche esa voz diciéndome lo mismo, volví a salir y algo no iba bien, las paredes del restaurante estaban manchadas de sangre pero la gente seguía allí como si nada hubiera pasado, me senté con la familia y vino el camarero a tomar nota, les tomo nota a todos menos a mi. Que pasaba alli, no se había dado cuenta que me había sentado con ellos, ni mi propia familia, que pasaba por qué no me veían.
Decidí levantarme, me encontraba mal y salí fuera del restaurante, me fui de allí dando un paseo y cuando me di cuenta estaba en medio de la carretera, estaba apunto de ser atropellado pero el coche paso y no me hizo nada, era un milagro, estaba vivo.
Me estaba volviendo loco no sabía que me pasaba, de repente alguien me llamo a lo lejos y era un hombre con barba, precisamente era mi abuelo que hace una año el mismo día había fallecido y me dijo, es el momento, tienes que venir y yo le decia que por que me decia eso, me dijo que le siguiera a un sitio, me había llevado al lugar de un accidente y allí había un coche fúnebre, una ambulancia la guardia civil etc..., nadie me veía, a él era normal pero a mí. Yo no entendía nada, mi familia lloraba y entonces sacaban de un coche un cadáver, no entendía nada ese cadáver era yo, pero si yo me había ido al restaurante con ellos.
Entonces mi abuelo me dijo que en verdad yo nunca llegue al restaurante por qué yo les dije que iba después y nunca llegue a mi destino