Adam despertó desorientado una fuerte punzada le advirtió de la herida en su frente no recordaba que había pasado necesitaba ayuda, con esfuerzo se puso de pie estaba en medio de un bosque. Comenzó a caminar cuando algo en la distancia llamó su atención era un auto destrozado, de inmediato fragmentos de memoria comenzaron a surgir era su auto y huía en el hasta que perdió el control, ¿de qué o quién estaba tratando de escapar? busco la carretera, pero a su alrededor solo veía árboles.
No perdería tiempo tratando de recordar debía seguir adelante, el ambiente era pesado y a pesar de que no se veía ni un alma alrededor la sensación de ser observado era inquietante.
Encontró una vereda que podría llevarlo a la salida, tras algunos minutos de camino justo en medio del paso se encontraba un hombre que le daba la espalda Adam comenzó a gritarle pidiendo ayuda, pero el misterioso hombre no movió ni un músculo el instinto le decía que se alejara, pero como si su cuerpo tuviera voluntad propia siguió adelante. Estando a tan solo unos centímetros de tocar su hombro el extraño volteó lo que vio Adam lo dejo petrificado, su rostro no era más que un montón de pedazos sanguilonientos de carne el ser tomo con fuerza a Adam por el brazo quien logró zafarse, pero no sin antes perder entre las garras del monstruo un trozo de piel.
El dolor que sintió fue indescriptible, pero era más fuerte su ansia por salir de ahí, entre gritos de dolor corrió lo más lejos posible, esto debía ser una pesadilla o tal vez solo una alucinación lo que fuera debía salir de ahí.
Horas después de su aterrador encuentro Adam seguía caminando, pero aún no lograba salir del bosque comenzó a sentirse más angustiado cuando noto que el sol tampoco había salido, las sombras a su alrededor lo mantenían alerta visiones de seres demoníacos lo seguían y aterrorizaban.
Pasaron años y Adam seguí atrapado en esta pesadilla rodeado por entes que lo atormentaban se preguntaba si estaba en el infierno, pero, si era el infierno ¿porque sentía hambre o frío? estaba cansado y sabía que no podría salir de ahí, uso los harapos que antes fue su ropa he hizo una cuerda que le ayudaría a terminar con su sufrimiento, mientras perdía la conciencia vio como estos demonios se acercaban a él.
Adam despertó estaba de nuevo en el lugar del accidente un grito desgarrador salió de su garganta, mientras tanto en el hospital general el médico le explicaba a su familia que eran altas las probabilidades de que despertara del coma solo habían pasado tres días desde el accidente cuando la policía le seguía para detenerlo por el homicidio de unos jóvenes a quienes arrolló estando ebrio. Con cautela una enfermera entro a su cuarto reviso los aparatos y se acercó a su oído, con un susurro le dijo: “Esto es lo que mereces por haber matado a mi hijo”.