No pretendo que crean en lo imposible, ni tan siquiera en dones que la ciencia rechaza, pero debo contar
mi historia para que no quede como una mala anécdota.
Desde niña puedo ver acontecimientos futuros, me encantaría decir que son temas felices, agradables,
llenos de vida, pero lo cierto es que no es así, predigo muertes y desgracias, ¿qué hay más terrorífico que
la muerte? ¿Cómo mirar a una persona y decirle que se va a morir? Desde siempre he tenido una relación
muy estrecha con “La Parca” y es que siempre se me presenta en sueños, algo muy complejo de
explicar... aún recuerdo cuando mi tío se despidió de mí cuando falleció, yo dormía plácidamente cuando
de repente apareció él, transmitía paz, felicidad, palabras llenas de amor, de agradecimiento y como un
suspiro desapareció; dentro de lo malo eso ha sido una de las “mejores” experiencias, pero... ¿Qué harías
si supieras desde un año antes que un ser querido que amas va a morir?
La siguiente vivencia me ha marcado de por vida, un día cualquiera soñé que una doctora me daba la peor
de las noticias, no se podía hacer nada por mi padre ya que estaba muy enfermo de cáncer, desperté
sobresaltada deseando que solo fuera una pesadilla, le conté a mi marido lo sucedido para asegurarme de
que no ocurriría... describí a la doctora que me daba la mala noticia, una chica joven, de pelo negro y con
gafas, podía describir hasta la forma y el modelo, el despacho era pequeño y solo podía respirar tristeza,
angustia y ansiedad. Quise no hacer caso ese día, a fin de cuentas mi padre siempre tuvo un doctor y los
últimos resultados apuntaban que estaba bien de salud. Para mi sorpresa, soñé una y otra vez con lo
mismo, misma escena, mismas palabras y nada que pudiera hacer. “Obligué” a mi padre a pedir otras
opiniones médicas y aun así los resultados normales, nada fuera de lo común, yo una y otra vez les decía
que estaban equivocados... me llamaron loca, pero... ¿Cómo decirle a una persona de ciencias que
estaba equivocado? ¿Qué mi padre moriría si no le descubrían una enfermedad que no tenía desarrollada?
Recuerdo los siguientes meses como una auténtica pesadilla, soñaba una y otra vez con lo mismo pero a
diferencia de las veces anteriores, la angustia y la tristeza aumentaba con cada sueño... Me encantaría
decir que no tuve razón y que él sigue entre nosotros... pero lo cierto es que aquel día que entré a aquella
consulta, reafirmé que lo que me ocurre no es algo “habitual” y lo cierto es que es bastante terrorífico.
Una joven doctora de pelo negro y gafas nos dijo las palabras que yo ya estaba esperando, puedo decir
que desde que entré a aquella habitación donde ya había estado durante un año en sueños mi mundo se
desmoronó ya que conocía el desenlace.
Un par de semanas después estaba enterrando a una de las personas que más quería en mi vida con un
sentimiento de culpa que jamás podré describir.
Desde que tuve mi primera “premonición” he tenido que aprender a vivir con ello, un don maldito que no
deseo a nadie porque es el infierno en la tierra.