No puedo moverme, está tan oscuro que no sé si tengo los ojos abiertos o cerrados. ¿Cuánto tiempo he dormido? y ¿dónde demonios estoy?
Joder Christian Haz memoria.
Saliste del Uber y entraste en el restaurante . ¿Cómo coño se llamaba? Lamucca, si.
Estaba preparando uno de mis vídeos para mi canal de Youtube, estoy haciendo una fortuna sacando de quicio a todos los camareros y cocineros de los restaurantes de la ciudad.
Por dios, que calor hace aquí. Concéntrate, joder.
Me dieron una mesa y pedí una hamburguesa de buey, coloqué mi cámara entre los abrigos para disimular y me preparé para mi espectáculo.
No puedo pensar con claridad, cada vez hace más calor y casi no puedo moverme, ¡dónde estoy, joder! Sigue pensando.
Probé la comida y aunque estaba buena, mi trabajo como influencer me obligaba a despreciarlo todo. Así alcancé mi fama. Monté en cólera en aquella mesa alegando que aquello no era buey, que estaba mal cocinado, no sé que más mierdas pude inventarme pero esos pobres camareros que no tenían donde caerse muertos estaban acojonados, mi pequeño teatro iba como la seda.
Este calor es insoportable, ¿cómo narices he llegado aquí? Las paredes metálicas de este cubículo empiezan a arder. Recuerda Christian, recuerda.
El cocinero salió y aquel iba a ser el punto álgido de mi actuación, pobres infelices, iban a pasar el peor rato de su vida y yo conseguiría un mínimo de mil seguidores. Se lo debía a todos aquellos que me adoraban como a un nuevo profeta, que seguían con avidez todo lo que publicaba en Instagram.
Lancé el plato a los pies del cocinero pensando ya en el reconocimiento que iba a tener, soy una jodida estrella de Internet, y aquel cocinero, por muy bien que usara los fogones no se interpondría en mi camino a la cima.
Casi no puedo respirar. Haz memoria joder. Después de aquello... nada, una discusión acalorada y despertarme aquí, en esta extraña caja de metal donde cada vez hace más y más calor. Maldita sea, me estoy asando, esto parece un puto horno...
No puede ser, esto no puede ser real, ahora lo recuerdo. Las caras de los camareros, la sonrisa del cocinero, como me cogieron entre todo y me metieron aquí...
¡Me están cocinando!