La cisterna.
Todo comenzó una tarde, cuando pedro un joven de quince años fue a buscar a sus dos hermanitos al colegio, de regreso a casa, la avenida principal estaba trancada, las lluvias habían obstaculizado el paso, pedro tomó la carretera vieja, el joven iba pedaleando una bicicleta de reparto, su hermanito menor Miguel de seis años, iba montado en la parte delantera y José de nueve años iba en la parte trasera, como de costumbre. Cuando solo le faltaban unos metros para llegar a casa, nota que un camión cisterna viene en sentido contrario, quiso detenerse para que esta le pasara por un lado, ya que la carretera era muy estrecha. Pero los fuertes truenos lo hicieron seguir. Pedro se orilla y sigue pedaleando, en el preciso momento que la cisterna le pasa por un lado, la bicicleta de pedro se parte en dos, cayendo una parte donde iba Pedro y José fuera de la carretera y la otra parte donde iba miguel, cae justo en las ruedas traseras de la cisterna, matándolo en el acto.
Aquella tragedia enloqueció a la madre de miguel, y en un momento de ira, lanza una maldición al hombre que accidentalmente atropelló a su pequeño hijo. Su nombre era Roberto. Había pasado un año de aquella tragedia, cuando Roberto tiene estacionada la cisterna frente a su casa. Eran mediodía y su hijo Jorge regresaba del colegio, cuando se escucha un fuerte sonido. Roberto sale de su casa para ver que había pasado, ve a su pequeño hijo tirado en el asfalto, y la cisterna estrellada en un árbol. Nadie pudo ver como había pasado aquella terrible tragedia, un testigo dijo que vio a Jorge jugar dentro de la cisterna. Pero lo que esa persona no sabía era que al niño que vio jugar dentro de la cisterna, no era jorge. Aquella tragedia hundió a Roberto en una depresión.
La cisterna quedo retenida en el estacionamiento municipal, ya que Roberto no quiso saber más de ella. Roberto se fue del pueblo. Al cumplirse cuatro años de la muerte de su pequeño hijo. Regresa al pueblo a visitar la tumba de su hijo. Se entera de las muertes de otros niños que murieron a causa de su cisterna.
Roberto sabe que la única culpable es Teresa la madre de miguel. Por lo que no duda en ir a buscarla, para pedirle perdón y obligarla a terminar con la maldición.
Teresa esta arrepentida por el daño que había hecho. le pide a Roberto que la única forma de acabar con la maldición, es quemando la cisterna. Roberto busco la cisterna, que días antes había sido subastada, la llevo al mismo sitio donde murió miguel y le prendió fuego. En ese momento. Despierta de una pesadilla, pues se había quedado dormido en medio de la carretera. En ese momento ve a un joven en una bicicleta de reparto con dos niños. Se da cuenta que todo fue un sueño