LA HERENCIA
La llamada telefónica fue tajante, tenía que estar el día 10 de noviembre antes de las 11 horas en la casa para redactar el testamento de una mujer que estaba enferma y antes que sus facultades le fallaran, quería tener todo listo. Llegué a esa casa a las afueras del pueblo antes de la hora. Me recibió un hombre de unos cincuenta y pocos años, sucio, lleno de manchas en su camisa blanca, y los pantalones de pana mugrientos, evite darle la mano, sacando los papeles de mi cartera. Entramos en el comedor, donde una mujer de edad avanzada, recostada en una cama, me recibió con una mueca de obligada sonrisa. Me senté en frente de ella y comenzado hablar
_Gracias por ser puntual, no se cuanto tiempo me queda de vida, por eso la urgencia de mi testamento
_Me gusta ser puntual -conteste
_Bien, vamos a ello, dejo todas mis pertenecías y la casa a la parroquia del pueblo, apunte por favor
El hombre allí presente entro en colera
_ ¡Que!, y yo que he estado cuidándote toda la vida, ¿me dejas en la calle como a un perro?
_ ¡Tú, siempre has sido un cobarde, incapaz de valerte por sí solo, y viviendo de la paga de viudedad de tu padre!
_ Pero qué estás diciendo, tenía 15 años cuando murió papá. Salía del colegio para atenderte, lavarte y ponerte la comida, he sido un esclavo toda mi vida aguantado tus reproches y quejas,
_Eres basura… si eso basura, incompetente, no eres nada, no vales para nada, basura
_No digas eso
_Basura, basura
El hombre, atacado por los nervios agarra un cuchillo de la cocina y se abalanza sobre su madre, le inserta varias cuchilladas, mientras su madre seguía insultándole. Al cabo de unos minutos, la madre yace inmóvil. El hombre la mira, bajo la mirada del notario horrorizado por la escena dantesca, mira al notario y se corta la garganta. El hombre sale huyendo de la casa, monta en el coche, llega al pueblo, encuentra un cuartel de la guardia civil. Entra con un ataque de nervios. Un sargento le pide que se calme y se siente. El hombre pide un vaso de agua, tiene la garganta seca y comienza a relatar los hechos, los dos Guardias civiles se miran atónitos. El de más rango, empieza hablar
_Eso que nos ha contado es imposible, esa casa lleva abandonada hace más de 20 años, y el hijo de la mujer que habitaba allí, asesino a su madre, tal que un día como hoy
_Pero no puede ser acabo de venir de allí ahora mismo
El otro guardia civil, le mira seriamente
_El año pasado vino otro notario contando la misma noticia
_ ¡Si! ¿y que paso con él?
_ Está internado en un psiquiátrico.
_ ¡No puede ser!
El hombre se levanta de la silla, sale del cuartel, coge el coche y vuelve a la casa, al llegar mira y se queda en shock, al observar la casa medio en ruinas.