Llego de trabajar cansado y muerto de hambre mientras devoro la cena los ojos se me cierran de sueño pero consigo terminarla. Conecto la tele y no veo ni empezar la película, me duermo sin darme cuenta.
De madrugada me despierto súbitamente, es como si me zarandearan pero estoy solo, me levanto rápido y me voy a la cama.
De pronto despierto e intento darme la vuelta para coger la postura pero.... NO PUEDO. Mis ojos ven, hasta puedo moverlos pero el resto de mi cuerpo está PARALIZADO.
Intento mover los dedos del pie y la mano pero no puedo, el tiempo se ha detenido o al menos esa es mi sensación. Entonces veo que algo se mueve a mi espalda gracias al espejo, estoy acostado sobre mi hombro derecho, son unas sombras que se mueven, de pronto la habitación está llena de agua pero puedo respirar y las sombras van tomando forma, pero de que?, un pequeño hilo de luz entra por las rendijas de la ventana, haciendo más siniestra la escena. Las siento muy cerca, tanto que logro sentirlas.
Siento miedo, un pánico absurdo, solo estoy dormido! e intento gritar, también estoy mudo, aquello me sobrepasaba, intento cerrar los ojos pero no puedo, estoy muy agobiado, de pronto una cara de mujer, estaba flotando justo delante de mí, flotando en ese agua que inundaba mi habitación, tenía melena negra abundante y unos ojos penetrantes que miraban a los míos, no decía nada solo me miraba y se acercaba más a mi. Yo miraba a mi alrededor ayudandome del espejo, veía aquellos seres dando vueltas en torno a mi, como si flotaran libremente por toda la estancia inundada.
Aquella mujer seguía mirándome a los ojos, yo sentía que se acercaba demasiado, seguía acercándose más y más hasta que su nariz tocó la mía y entonces comprendí que intentaba meterse dentro de mi. Empecé a sentir como su cara se unía a la mía muy despacio, tenía que hacer algo, canalizar toda mi energía en un punto, la espalda de Mari rozaba la mía con lo cual su cabeza no debería estar muy lejos. Quería huir de aquella cara, conseguí mover un poco mi cabeza hacia atrás, la primera vez no tuve éxito, la segunda tampoco, por fin despertó haciendo que la cara que estaba intentando entrar en mí diera un salto hacia atrás y aquellos seres pararan de inmediato su desfile dantesco. Mari se dió cuenta enseguida de que algo pasaba. Me movió, me gritó y entonces toda la escena empezó a desaparecer al revés de como empezó. Primero la cara de la mujer con melena, luego el agua y por último los seres se fueron igual como habían llegado, con sigilo, sin hacer ruido.
Ya podía moverme, sentía como si hubiera estado al borde de la muerte.
Cada vez que voy a dormir pienso en esa noche, la habitación inundada, las sombras oscuras volviendo y aquella mujer que me mira intensamente con esos ojos penetrantes y vacíos.